Alfombras artesanales étnicas – Andes peruanos
Share
Tradiciones peruanas
El nombre original de estos tejidos es “frazada” y antiguamente servían como manta para abrigarse del frío intenso en los Andes. Solía también ser un buen regalo entre familias cuando surgían acontecimientos importantes como la llegada de un bebé o un matrimonio, un regalo hecho con dedicación que refleja el afecto del artesano. Esta costumbre aún se mantiene en algunos pueblos.
En Perú, artesanos (mujeres en su gran mayoría) que aprendieron a tejer de sus padres y abuelos en sencillos telares, siguen conservando esta tradición textil desde tiempos prehispánicos. A día de hoy, venden sus creaciones en lugares como ferias de artesanía de la región o mediante asociaciones que han conformado para enseñar su arte, mejorar sus condiciones de venta y promover que las técnicas ancestrales empleadas se sigan manteniendo vivas.
Ahora que conoces el origen de nuestras alfombras, ¡te contamos el proceso!
Lana de oveja y de alpaca
En las montañas de los Andes a más de 3500 metros de altura sobre el nivel del mar, a medida que el invierno llega a su fin, también llega la temporada de esquila, necesaria para las ovejas y alpacas debido al incremento de las temperaturas y al crecimiento de la fibra. Se hace un par de veces al año cuidando siempre del bienestar de los animales, vitales para el desarrollo rural de estos pueblos.
Para los tejidos gruesos, como nuestras alfombras, los artesanos generalmente utilizan lana de oveja y de manera puntual la lana de alpaca, esta última se reserva sobre todo para mantas, ropa y otros accesorios.
Esta lana es clasificada y lavada con un detergente natural llamado saqta, que es una raíz. Una vez está limpia, la lana se deja secar para luego pasar al hilado.
El hilado lo suelen hacer las mujeres en su día a día mientras hacen labores cotidianas, lo hacen de manera natural. Las más jóvenes empiezan a aprender con hilos gruesos y con los años se van volviendo grandes expertas para poder calcular y clasificar según el uso que le vayan a dar a la lana. Se hace con rueca o pushka, una herramienta muy sencilla de madera que permite torcer la lana para reforzarla.
Las artesanas, por su gran habilidad, hacen que parezca un proceso fácil y que no requiere de mucho esfuerzo, pero en realidad se necesita mucha práctica y paciencia para conseguirlo.
Se forman madejas, para luego pasar al teñido de la lana.
Colores naturales
Hojas, flores, raíces, tallos, frutas, maíces, …, son algunos de los elementos de la naturaleza que se emplean a la hora de darle color a la lana. El uso de pigmentos naturales es una de las técnicas más antiguas del mundo y es una maravilla ver cómo se consiguen colores únicos hirviendo la lana junto a los demás materiales.
Los artesanos van jugando con las tonalidades hasta obtener lo que buscan, con el limón, por ejemplo, van modificando el color. Y finalmente lo fijan usando piedra de alumbre y sal, entre otros.
Una vez que estos hilos de colores se han secado al sol, se vuelven a hilar con la pushka. Ahora sí, los hilos en ovillos ya están listos para ser seleccionados y comenzar a tejer.
Telar de cintura y el tejido
Estos tejidos se hacen en un telar ancestral, allí se entrelaza una mezcla de historia, dedicación y talento artesanal. Este telar se usa hasta hoy en toda la zona andina, se trata de una estructura de madera tensada entre la cintura del artesano y un muro, viga o árbol, que le permite entrecruzar los hilos hasta crear las figuras que guardan en su memoria. Para nosotros, el uso de este telar es sinónimo de complejidad y belleza.
Además del telar de cintura, hay otros instrumentos de materiales naturales necesarios para separar los hilos, comprimir y ajustar las tramas.
El telar de cintura permite al artesano tejer hasta donde pueda alcanzar a cada lado mientras está sentado, es por ello que cada pieza hecha en este telar sólo puede ocupar cierto tamaño de ancho, mientras el largo viene determinado por el espacio que se guarda entre el muro y el artesano.
Cuando se buscan tejidos más grandes, el artesano repite la pieza con un diseño idéntico o complementario al diseño anterior, luego estas piezas se cosen y se unen.
Para finalizar sus diseños, el artesano puede plasmar detalles más personales en cada tejido, como su firma, símbolos familiares o detalles cuidadosamente trabajados como la combinación de colores en los bordes, uniones con diseños, bordes con diferentes formas,… En definitiva, todas con un sello distintivo artesanal único en el mundo.
Símbolos y significados
Cada tejido expresa las diversidades tradicionales locales, además de las preferencias personales y la creatividad del tejedor. Los tejidos peruanos fueron y son un soporte para la transmisión de conocimientos en los Andes.
Todo tiene un significado a la hora de crear estos tejidos, cada iconografía, color y entrelazado.
Alfombras artesanales únicas
Todas las etapas del proceso de tejido se encuentran relacionadas estrechamente entre sí. No es posible elaborar una pieza con éxito sin el cuidado y atención que cada momento de la producción requiere.
Cada alfombra terminada es única en cuanto a diseño, combinación de colores y grosor. Jamás habrá una exactamente igual a otra. Por ello, nos gusta decir que cada una es una pieza con alma.